Las políticas del Gobierno nacional condenaron al sector automotor. Las ensambladoras e importadoras tradicionales están asfixiadas. El consumidor lo sufre esperando meses para comprar un auto nuevo o siendo víctima de casos como el del Concesionario La Venezolana.
En sólo siete años el sector pasó de la euforia a la depresión. En 2007 se vendieron 491.899 autos, de los cuales 155.534 fueron ensamblados en el país y 336.365 eran importados, según la Cámara Automotriz de Venezuela. Las ensambladoras cerraron ese ejercicio con una producción de 172.418 unidades.
Hoy la realidad es otra. La producción está diezmada por la falta de divisas y muestra un declive de 82,65% con respecto a 2013. A los importadores les va peor. Las distribuidoras se han extinguido hasta el punto que entre enero y abril sólo se comercializaron 48 autos importados.
¿Por qué ocurrió el desplome? En 2008 entró en vigencia la política automotriz. Con esa resolución se buscaba fortalecer la producción y limitar la importación masiva. La norma -Gaceta Oficial 38.800-, fijó en su artículo 5 un régimen de licencias para las compras de autos en el exterior.
El 2008 cerró con cifras menores a las de 2007, pero aceptables para el tamaño del mercado local al registrarse ventas de 271.622 unidades, distribuidas entre 136 mil carros nacionales y 135 mil importados. En 2009 llegó un golpe definitivo. El entonces ministro de Comercio, Eduardo Samán, afirmó ese año que las «divisas que tenemos no las podemos quemar comprando carros».
La medida lucía provisional ante el bajón en los ingresos petroleros, pero se convirtió en una sentencia y la negativa del ministerio de Comercio cada vez que las automotrices solicitaban las licencias fue la respuesta habitual.
Negocio para pocos
Junto al descenso en la oferta, la asfixia de compañías tradicionales, la postura del Ejecutivo también provocó el surgimiento de lo que en la industria denominan «empresas golondrinas».
El caso del Concesionario La Venezolana es emblemático. Hace una semana el jefe del Órgano Superior de la economía, Hebert García Plaza, anunció la intervención de la compañía por la presunción de haber estafado a casi 6 mil personas. «No han tenido la autorización (… ) No se sabe a ciencia cierta cuándo van a llegar estos vehículos a Venezuela», explicó.
Desde 2013 la compañía mostró varias caras en su publicidad. Se ofrecía como la solución a la escasez de autos y llegó a afirmar tener capacidad para importar 60 mil autos anuales, pero las irregularidades marcaron sus operaciones.
Inicialmente Concesionario La Venezolana dijo ser un «concesionario autorizado» de Nissan. Tras las acciones del verdadero distribuidor de la marca asiática, la compañía se definió como «concesionario multimarca». Luego dijo ser «agente autorizado» de la firma china Hawtai, y finalmente confirmó ser «representante exclusivo» de las también chinas Zotye, Kawei y Brilliance.
García Plaza aseguró que los autos chinos exhibidos en sus dos locales (kilómetro 9 de la Panamericana y Valencia) entraron al país desde Colombia en régimen turístico.
El pasado martes Jhon Quiroz, presidente del Concesionario La Venezolana, se presentó en el salón principal de The Hotel en lo que sería una rueda de prensa para aclarar la situación. Sólo leyó un comunicado y desmintió las acusaciones con una breve explicación poco antes de abandonar sorpresivamente el lugar. «Quiero destacar que tengo 20 contenedores en La Guaira, actualmente, próximo barco a llegar a Puerto Cabello y otros dos barcos adicionales llegando a Venezuela, yo quisiera saber, que me indiquen, dónde está la estafa».
Lo sucedido confirma las sospechas que había en la industria. «Nadie en su sano juicio traería 5 mil carros sin licencias de importación», apunta un directivo del sector.
La compañía sólo divulgó en su perfil de Facebook documentos de embarque, conocidos como BL, por sus siglas en inglés. «Lo que tienen que mostrar no es un BL, es una licencia de importación. Es muy extraño que las autoridades hayan esperado tanto. ¿Nadie se preguntó por qué ofrecían carros si el ministerio de Comercio no dio las licencias?», se interrogó la fuente consultada. RD
Fuente: EL Universal